Parece que todo va regresando poco a poco a la normalidad, y es que la banda de rock Foo Fighters se presentó este domingo en el Madison Square Garden de Nueva York. El evento marcó el regreso a los conciertos en recintos cerrados con capacidad total, desde el inicio de la pandemia de coronavirus en marzo de 2020.
La banda se subió al escenario del Madison Square Garden ante más de 15.000 fans anoche, en lo que fue uno de los primeros eventos importantes que se celebraron desde que Nueva York levantó la mayoría de sus restricciones relacionadas con la COVID la semana pasada. Aunque en realidad si había un requisito para poder entrar al concierto y este era que las personas debian presentar su certificado de estar vacunados al 100%, ya fuera con las dos dosis de Pfizer o con la única aplicación de Johnson & Johnson.
Los Foo Fighters dedicaron su concierto a su difunto director de escena Andy Pollard, que trabajó con la banda durante más de 12 años, tras su fallecimiento la semana pasada. Los fans como te comentábamos tuvieron que mostrar una prueba de vacunación antes del espectáculo para poder entrar. La política actual de la banda de tocar para el público totalmente vacunado ha atraído algunas reacciones, e inclusive un pequeño grupo de manifestantes anti-vacunas se reunieron fuera del MSG anoche para protestar.
Foo Fighters abrió su concierto en el MSG con un trío de éxitos: «Times Like These«, «The Pretender» y «Learn To Fly«, y también tocaron varias canciones de su álbum más reciente, «Medicine at Midnight«. Pero eso no fue todo y es que la banda invitó al escenario al cómico Dave Chappelle para interpretar una versión en colaboración de «Creep» de Radiohead, mientras que la banda también versionó «Somebody To Love» de Queen y estrenó su versión en directo de «You Should Be Dancing» de los Bee Gees. Sin duda una noche memorable.







