Desde 1986, cada 23 de julio se dedica a las ballenas y los delfines esto, debido a que están entre los mamíferos marinos más perseguidos del mundo, por varias razones. Y el más importante propósito de instaurar esta fecha es detener de una vez por todas, las agresiones que sufren estos animales y que han puesto a varias especies en grave peligro de supervivencia. Todo gracias a la comisión Ballenera Internacional (CBI).
El problema que aún enfrentamos a diario es que existen muchos países que persisten en la caza de estos mamíferos acuáticos y parece no importarles. Principalmente el problema radica en el hecho de que existen igual número de países dentro de la CBI, que están a favor y en contra de la caza de estos especímenes, por lo que nunca se ha llegado a un acuerdo formal al respecto. Es por ello que uno de los propósitos más importantes de esta fecha es frenar la caza indiscriminada y tortuosa de ambos mamíferos acuáticos.
A las ballenas se las captura para comercializar su carne, que lamentablemente es muy apreciada por los japoneses, su aceite, el ámbar gris, el espermaceti y las glándulas endocrinas para extraer vitaminas y hormonas. Mientras que a los delfines también se los caza por su carne, y los que tienen más “suerte” acaban sus días en cautiverio, como mascotas de coleccionistas adinerados o en delfinarios, haciendo piruetas junto a las orcas, cambiando su libertad y dignidad por el disfrute barato de algunos humanos.
Como dato curiosos, cada dos minutos muere un delfín, una marsopa o una ballena de manera accidental debido a la pesca. Para celebrar este día puedes ayudar y evitar la contaminación de nuestros mares, no asistir a lugares que cuenten con delfines para su show, y preferir comprar cosméticos y productos libres de pruebas en animales y que contengan alguna sustancia que derive de ellos.

